Pandemia, cuarentena mundial y nuestro patrimonio: ¿qué podemos hacer?
Pandemia, cuarentena mundial y nuestro patrimonio: ¿qué podemos hacer?
mayo 15, 2020
La pandemia de COVID-19 está sacudiendo los cimientos de prácticamente todas las economías del mundo. Sectores como líneas aéreas, hoteles y restaurantes tienen un futuro desolador en el corto plazo, y es indudable que una cantidad significativa de ellos probablemente quiebren.
¿Era previsible la pandemia? ¿Era evitable? ¿Tiene remedio? Es muy difícil contestar estas preguntas, pero trasladémoslas al plano individual. Concretamente, a nuestro patrimonio y al daño que puede sufrir, tanto en este contexto pandémico como ante otras cuestiones como ataques patrimoniales de terceros, divorcio, fallecimiento, deterioros de salud, quiebras, etcétera.
Saber que en lo patrimonial hay elementos de prevención y remedio y no utilizarlos es, en cierta medida, equivalente a haber tenido a disposición medios de prevención y solución a la pandemia y haberlos dejado de lado conscientemente.
Si una herramienta preventiva está a nuestro alcance y disposición, lo prudente es analizarla y (si vale la pena) incorporarla a nuestro arsenal defensivo.
En cuestiones patrimoniales, hay muchas formas de protegerse. Se pueden usar distintas figuras jurídicas e inclusive combinar lo mejor de distintas jurisdicciones.
Se debe buscar siempre la situación óptima, poniendo énfasis en conceptos como riesgo, daño, protección, costo y beneficio.
Si el riesgo (perjuicio potencial) se transforma en un daño concreto, generalmente ya es muy tarde para evitar sus consecuencias. Es verdad que se pueden tomar acciones para mitigar ese daño o para acortar su duración. Quien está en mejor situación fue quien supo prevenirlo, por haber adquirido esa protección de antemano, lógicamente a un cierto costo que (sin dudas) resultó muy aceptable respecto del beneficio obtenido (la ausencia de daño, la ventaja patrimonial, la armonía familiar, etc.).
Como estos análisis son multidisciplinarios, las familias deben involucrar a sus abogados, contadores y asesores financieros. Junto a ellos y a una compañía de trust que implemente esas soluciones, lograrán proteger el patrimonio familiar de la mejor manera posible y a un costo adecuado.
Por eso, en Fidemont tenemos la política constante de interactuar con todos los asesores de confianza de cada familia. Son imprescindibles no solamente por sus conocimientos técnicos sino porque conocen la dinámica familiar. En un contexto como el actual, es sumamente importante aprovechar el tiempo para ordenar todas estas cuestiones. Igual que en la salud, en lo patrimonial prevenir es curar.